Una colección de retratos que pone rostro a la vida cotidiana en Canicosa de la Sierra. Vecinos y vecinas que, con naturalidad y cercanía, se dejan mirar por la cámara y comparten un pedazo de su historia.
Cada imagen es un gesto de arraigo, de memoria y de identidad. Una forma de celebrar lo que permanece: las personas, sus miradas, su manera única de habitar el tiempo y el territorio.